"El primer mito. Rusia es mala, agresiva y no democrática, por lo tanto no se puede sostener un diálogo con ella. Si cada país aplicara tal principio, las relaciones internacionales simplemente no existirían ahora", admite el texto.
El segundo mito radica en que cualquier diálogo con Rusia está condenado al fracaso ya que todos los intentos anteriores para normalizar las relaciones fallaron, constata el medio.
Sin embargo, el autor mismo expresa una postura reservada aduciendo que "no se puede mantener el diálogo con Moscú en perjuicio de la unidad de la Unión Europea", al mismo tiempo, afirma que las buenas relaciones con Rusia serían "ventajosas para Polonia".
"Algunas personas creen que mantener el diálogo con Rusia significa 'traicionar los intereses nacionales' pero los contactos con Rusia son ventajosos para Polonia ya que convierten a Varsovia en un actor responsable a los ojos de los socios occidentales, un actor que aspira a solucionar problemas en vez de agravarlos", hace un balance el autor polaco.