"Queridos hermanos y hermanas, tan pronto como sea posible también yo espero ir a su encuentro, para llevarles en persona el conforto de la fe, el abrazo de padre y hermano, y el apoyo de la esperanza cristiana", dijo el pontifico durante su homilía del domingo.
Agregó que piensa en particular en la gente de Amatrice, Accumoli, Arquata del Tronto, Norcia: "una vez más les digo a esas queridas poblaciones que la Iglesia comparte su sufrimiento y sus preocupaciones".
Francisco añadió que la solicitud con la que la Autoridad, las fuerzas del orden, protección civil y los voluntarios están trabajando, demuestra la importancia de la "solidaridad para superar pruebas tan dolorosas".
Según los últimos datos del servicio de la Protección Civil, el número de muertos por el terremoto se elevó a 290 personas.
El jueves, las autoridades italianas declararon el estado de emergencia en las regiones afectadas por el seísmo.