"Si en los próximos cinco o seis meses no encontramos la solución de los problemas del funcionamiento de la Unión Europea, la presión a otros países aumentará", dijo en una conferencia en Estrasburgo.
También admitió que "cada país tiene el derecho a celebrar un referéndum".
"Nadie puede decir a otros países que celebren referéndum o que no lo celebren, cada uno tiene que tomar su decisión", subrayó el jefe del gobierno eslovaco.
Después de la salida del Reino Unido de la UE, dijo, "casi todos los Estados se enfrentan a la posibilidad de celebrar un referéndum sobre temas distintos".