"Sin una limitación de la inmigración, fracasaremos estrepitosamente, como Alemania y como Europa", dijo Seehofer.
El presidente bávaro ha responsabilizado directamente a Berlín de los problemas derivados de la gestión de la crisis de refugiados.
Las declaraciones del político bávaro, que también es el presidente de la Unión Social Cristiana (CSU), con la que el partido de Merkel forma coalición, han sido vistas por los medios alemanes como un incremento de las tensiones internas en el campo conservador por la cuestión migratoria.
"Lo que los ciudadanos necesitan ahora son hechos y no palabras bonitas bonitas y dulces", señaló al reclamar a Berlín la creación de "una hoja de ruta con instrucciones claras".
Seehofer comunicó que los municipios bávaros están al límite de su capacidad para acoger refugiados.
El político bávaro recordó a Merkel que aunque Alemania es un país rico, no puede acoger un número de refugiados como el que el Ejecutivo está dispuesto a aceptar: "la improvisación y las medidas de emergencia tienen sus límites", dijo.
El pasado 9 de octubre Seehofer amenazó con presentar una demanda al Tribunal Constitucional para introducir una limitación legal del número de refugiados.
El Gobierno bávaro planteó incluso la posibilidad de desobedecer al Ejecutivo central: "si el Gobierno federal no quiere actuar, el Estado libre de Baviera se reserva la posibilidad de adoptar medidas propias", dijo anteriormente el ministro del Interior de Baviera, Joachim Herrmann.
La crisis de refugiados que vive Europa afecta de manera especial a Alemania, donde ha agrietado el consenso entorno a la figura de la canciller.
Según los sondeos de Forsa e INSA publicados ayer miércoles, la popularidad de Merkel se encuentra en su nivel más bajo desde el año 2013.
Solo el 32 por ciento de los ciudadanos alemanes considera que su país logrará acoger a miles de refugiados, reveló un sondeo realizado este mes de octubre por la consultora YouGov.
El 56 por ciento considera que el número de los refugiados en el país es demasiado grande y solo el 19 por ciento cree que Alemania tiene los recursos suficientes para acoger a tantos refugiados.
Frontex ha cifrado en 710.000 los migrantes que han llegado entre enero y septiembre al territorio de la Unión Europea, una crisis migratoria que la Comisión Europea considera la peor desde la Segunda Guerra Mundial.
