Precisaron que la convención no permite al Estado receptor limitar el plazo de las funciones del miembro del personal diplomático en su territorio, a excepción de que sea declarado persona non grata o "no aceptable".
"La limitación de las funciones de los empleados de la Embajada de Rusia en Londres y del Consulado General en Edimburgo, impuesta por la parte británica, equivale a declararles personas non grata según el artículo 9 de la Convención, es decir se trata de una expulsión", resaltaron.
Una fuente del Ministerio del Interior de Gran Bretaña, a su vez, anunció que las demoras en la entrega de visados a los diplomáticos rusos podrían estar relacionadas con la falta de información necesaria en el momento de presentar los papeles.
La víspera, el embajador ruso Aleksandr Yakovenko denunció que Londres presiona a los diplomáticos rusos con trámites burocráticos para reducir la plantilla de la Embajada rusa dificultando la obtención de visados.
Además, la misión diplomática rusa afirmó que los ciudadanos rusos que van de viaje, también sufren dificultades a la hora de entrar en el país.
Agregó que "si las circunstancias cambian o las intenciones de una persona no corresponden más a los requisitos o las condiciones de concesión del visado, entonces el visado se anulará".
Según la fuente, la "mayoría de los pasajeros no sufre demoras durante el control" en la frontera.
En cuanto a los diplomáticos rusos, recalcó que ellos "deben tener documentos fidedignos para entrar en Gran Bretaña".
A su vez, el Ministerio de Asuntos Exteriores se negó a dar comentarios al respecto.