El documento divulgado por la Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA) confirma que el copiloto Andreas Lubitz modificó "intencionadamente" los ajustes para accionar el descenso del avión "hasta la colisión con el relieve".
"La altitud seleccionada (manualmente) fue modificada de 38.000 pies (11.500 metros) a 100 pies (30 metros) cuando el copiloto se encontraba solo en la cabina", dice el informe, que se apoya en el análisis de las cajas negras.
Lubitz "no abrió la puerta durante el descenso pese a las indicaciones digitales, las llamadas por el interfono y los golpes" que dio a la puerta el comandante del vuelo.
La respiración del copiloto se escucha prácticamente hasta el momento del siniestro, indica el informe.
El documento también destaca que Lubitz había realizado, sin éxito, intentos de descenso durante el vuelo de ida, de Düsseldorf a Barcelona, que tuvo lugar horas antes del vuelo fatal.
"La altitud de 100 pies fue seleccionada varias veces durante el descenso del vuelo anterior al accidentado, mientras el copiloto se encontraba solo", dice el informe.
El siniestro dejó un saldo de 150 muertos, entre los cuales figuran ciudadanos de Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, España, Gran Bretaña, Colombia, México, Holanda y otros países.