El presidente afgano, Ashraf Ghani, asistió a un evento religioso paralelo en el que honró a los 453 soldados británicos muertos en los 13 años de conflicto con los talibanes.
El príncipe Enrique, quien cumplió dos misiones como piloto militar en Afganistán, estuvo presente en la ceremonia londinense junto a su hermano, Guillermo, su padre, el príncipe Carlos y sus respectivas mujeres.
El decano de San Paul, el reverendo David Ison, conmemoró con "pena y pesar" a los caídos en el frente afgano y llamó la atención sobre el "peligro al que la población de este gran país continúa enfrentándose hoy día".
Un sentimiento similar de misión cumplida a medias, pese a la retirada de las tropas aliadas, se extendió entre los familiares de los militares británicos muertos y heridos en la contienda.
"Conseguimos mucho pero creo que no hemos hecho de Afganistán el sitio seguro que nos propusimos, el pueblo afgano sigue perdiendo vidas debido a los talibanes", lamentó a la BBC Sarah Adams, quien perdió un hijo en la guerra.
Reino Unido desplegó hasta 9.500 tropas en los momentos cruciales del enfrentamiento.
Los costes operacionales de la misión, que concluyó el pasado octubre con el retorno de los soldados en posiciones de combate, se estiman en 19.000 millones de libras (más de 26.000 millones de euros), según cifras oficiales.