La cooperación estratégica entre Rusia y la UE no superó las pruebas de resistencia, declaró el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.
"La cooperación estratégica entre Rusia y la UE no superó las pruebas de resistencia", indicó en la Conferencia de Múnich.
Añadió que el problema de instalación del escudo antimisiles en Europa es un testimonio de la influencia destructiva de las medidas unilaterales en el ámbito militar tomadas por algunos Estados que hacen caso omiso de los intereses de los otros.
Añadió que el curso de Occidente hacia el dominio mundial ha alcanzado su apogeo.
"El curso para guardar el dominio en el mundo y apropiarse del espacio geopolítico en Europa, que nuestros socios occidentales mantuvieron durante los últimos 25 años, ha alcanzado su auge", dijo.
Añadió que Moscú no puede hacer la vista gorda al incumplimiento de los acuerdos alcanzados al finalizar la Guerra Fría.
Destacó que Moscú desea comprender si Occidente "quiere construir la arquitectura de seguridad junto con Rusia, sin Rusia o en contra de ella".
"Los acontecimientos del año pasado confirman nuestras advertencias de que la seguridad en Europa y las relaciones internacionales en general enfrentan problemas profundos y sistémicos", subrayó.
Destacó la necesidad de crear un nuevo sistema de seguridad en el mundo que convendría a todos también a Ucrania.
