"La madre de la niña vio que se introdujo algo de color naranja en la boca y que al rato se empezó a sentir indispuesta, por lo que fue trasladada a un hospital cercano", afirman desde la Guardia Civil.
Una vez en el hospital, los análisis de sangre confirmaron que la niña —de vacaciones en Ibiza junto a su madre y sus dos hermanas— había ingerido una pastilla de éxtasis.
Tras ser ingresada en un centro hospitalario en Ibiza, el estado de gravedad de la niña obligó a su traslado en helicóptero a la isla vecina de Mallorca, donde está siendo atendida en la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del Hospital Son Espases.
Según informan desde el hospital, el estado de la niña es estable dentro de la gravedad y ya empieza a mostrar una evolución favorable.