"Convocar elecciones era una salida digna, pero tenemos pocas esperanzas que se pudiera producir", lamentó desde el Parlamento de Cataluña la diputada Inés Arrimadas, líder de la formación liberal Ciudadanos, principal grupo de la oposición en Cataluña.
"Usted se ha cargado la autonomía de Catalunya, señor Puigdemont", dijo la representante de Ciudadanos, que acusó al presidente catalán de crear una fractura social prometiendo más de lo que podía proporcionar a los sectores independentistas.
Pese a sus críticas, Arrimadas insistió en que "todavía hay tiempo para volver a la legalidad".
En un sentido similar, aunque en un tono más conciliador, se manifestó Miquel Iceta, primer secretario del Partido Socialista de Cataluña (PSC), que recordó a Puigdemont que "aún tiene la llave para acabar la legislatura manteniendo la vigencia de unas instituciones que son de todos".
Del mismo modo, Lluís Rabell, portavoz de Cataluña Sí Que Es Pot —plataforma en la que participa Podemos— afirmó que el independentismo "no tiene ni la legitimad ni la mayoría para declarar la independencia".
Por ello, esta formación, abiertamente contraria a la aplicación del 155, pidió a Puigdemont no declarar la independencia y convocar elecciones para evitar la intervención.
"Quien no cuida sus derechos adquiridos no tiene derecho a querer nuevos derechos", destacó Rabell en su invitación a la defensa de las instituciones catalanas ya existentes.
Por su parte, Albano Dante Fachín, también diputado de Cataluña Sí Que Es Pot, usó su turno de palabra en el debate para recordar al Gobierno español que, sea cual sea el camino elegido por las autoridades catalanas, la aplicación del 155 no hará desaparecer a los dos millones de personas que votaron a favor de la independencia el 1 de octubre.
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Finalmente tomó la palabra Xavier García-Albiol, líder del Partido Popular —la formación de Mariano Rajoy— en Cataluña.
El representante conservador acusó a Puigdemont de dar "un golpe de Estado" y puso en duda que esté garantizada la vuelta a la legalidad con una convocatoria de elecciones.
Carles Puigdemont descartó la posibilidad de convocar elecciones anticipadas porque, según explicó, el Gobierno español no ofreció ninguna garantía de que la cita con las urnas vaya a paralizar la aplicación del 155.
Por consiguiente, Puigdemont dejó en manos del Parlamento catalán la respuesta a la activación de esa vía, una contestación que a tenor de las últimas declaraciones de líderes independentistas podría incluir una declaración unilateral de independencia.