La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se defendió de las acusaciones de "inacción" en esta materia.
Varios partidos de la oposición le recordaron que hasta ahora el país "recibió a menos de 2.000 inmigrantes, cuando se había comprometido a acoger a más de 17.000 antes del 27 de septiembre".
La vicepresidenta indicó que no se trata de un problema de España, sino que es "compartido por toda Europa, donde se han reubicado a 23.000 refugiados cuando el objetivo eran 160.000.
"Es un proceso complejo y trataremos de ayudar para que se acelere de la mejor forma posible, pero no es un problema sólo del Gobierno, ni exclusivo de este Gobierno", declaró.