El sentencia también le condena a seis años y seis meses de inhabilitación absoluta.
Los comentarios fueron publicados entre noviembre de 2013 y enero de 2014 en los que mencionaba, entre otras personas, al funcionario de prisiones secuestrado por la banda terrorista ETA, José Antonio Ortega Lara, o a la organización terrorista GRAPO.
La sentencia considera que los mensajes "alimentan el discurso del odio, legitiman el terrorismo como fórmula de solución de los conflictos sociales y, lo que es más importante, obligan a la víctima al recuerdo de la lacerante vivencia de la amenaza, el secuestro o el asesinato de un familiar cercano, sin que la provocación, la ironía o el sarcasmo que animan sus comentarios hagan viable una causa supralegal de exclusión de la culpabilidad".
La sentencia no ha calificado los hechos como de menor gravedad porque considera que los mensajes "han sido difundidos en una cuenta de Twitter con más de 8.000 seguidores" y "cada uno de ellos potenciales redireccionantes de los mismos".