Parte de esas autorizaciones se produjeron durante el primer semestre de 2014.
El grueso de las exportaciones, el 53,1%, tuvo como destino a países miembros de la OTAN (732,0 millones de euros).
Arabia Saudí es el segundo importador de armas de España: durante ese primer semestre se vendió material de defensa por valor de 240 millones de euros y se le autorizaron exportaciones por 45 millones, según datos publicados por la Secretaría de Estado de Comercio.
Otros países importadores de armas españolas son Baréin, por valor de 38,3 millones de euros; Egipto, por valor de 24,5; Israel, por 1,09 millones; Colombia, por 1,4 millones; o Pakistán, por 348.637 euros.
Llama la atención que Venezuela es también uno de los principales países importadores de material de defensa español: según la información recogida por Público, importó armamento por valor de 10.790.175 euros.
Ucrania, en pleno conflicto, es otro de los países con los que España ha hecho negocio: se concedieron licencias de 11.000 euros para exportar material de defensa, otra de 160.050 euros para armas de caza y tiro deportivo, y otra de 429.220 para escopetas, cartuchos de caza y pólvora, según publica el diario Público.
Estos países han sido catalogados como "especialmente preocupantes" por varias organizaciones defensoras de los derechos humanos, entre las que se encuentran Amnistía Internacional, Greenpeace o Oxfam Intermon.
Según la legislación española, las autorizaciones de exportación de armamento podrán ser denegadas "cuando existan indicios racionales" de violación de derechos humanos.
El Gobierno utilizó esta posibilidad en el caso de Sudán del Sur, y denegó la venta de cuatro aviones de transporte militar, o el envío de material antidisturbios a Egipto.
En el caso de Venezuela y Ucrania, suspendió las licencias para el envío de material antidisturbios y cartuchos en el caso del país caribeño, y las licencias de armas de caza y tiro deportivo a Kiev.
El Ejecutivo español argumenta una "situación de inestabilidad interna" en el país o un "uso indebido del producto".
Sin embargo, estos argumentos no son utilizados para el resto de armas exportadas a países en el que también se producen vulneraciones de derechos humanos, como es el caso de Arabia Saudí.
Las denegaciones siguen siendo casos excepcionales, según Público.
"En material de defensa representaron el 0,17% y en la categoría de material antidisturbios, armas de caza, tiro y deportivo el 1,2% sobre el total", recoge el diario.
