Josep Maria Bartomeu denunció ayer que procesos judiciales que está sufriendo el Barça se deben a "facturas deportivas y políticas" ya que "hay ciertos poderes del Estado" a los que no les gustó que el club participase en algunos actos organizados por los movimientos independentistas.
Hoy, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferré, afirmó que "no hay ni de lejos conspiraciones y no es una cuestión de camisetas".
En declaraciones a la radio pública, Ferré recordó que fue un socio del Barça quien denunció ante el juez el fichaje del delantero brasileño.
"Por tanto, el proceso lo inició un tercero y fue la Fiscalía quien pidió a Hacienda auxilio judicial. Así que no hay persecuciones políticas y esto no se hace por llevar una camiseta o dejar de llevarla. Es la aplicación estricta de la Ley", insistió.
La contratación de Neymar se cerró en el verano de 2013, siendo presidente del Barça Sandro Rosell, que por aquel entonces aseguró que la operación había costado 57 millones de euros.
Sin embargo, el fichaje del brasileño habría ascendido, según la acusación pública, a 94.892.181,29 euros, que saldrían de los 82.743.485 euros de la contratación, y los 12.148.696,29 euros en impuestos que nunca se llegaron a pagar.
Rosell dimitió de la dirección del club tras ser imputado por esta operación.