España es el séptimo exportador mundial de armas, según el Instituto Internacional de Paz de Estocolmo, con el "3% del mercado global".
El Centro Delàs de Estudios para la Paz, en su informe '¿Promueve el Gobierno exportaciones ilícitas de armamento?', revela que los números irán en aumento porque el Ejecutivo de Mariano Rajoy otorgó licencias al sector armamentístico para exportar otros 7.694 millones de euros. Delàs segura que "más de un tercio de las exportaciones de armas en 2013 se realizaron a países de Oriente Próximo y, especialmente, a países del Golfo Pérsico a pesar de la situación de inestabilidad regional y la existencia de diversos conflictos armados en la zona".
Tica Font, directora del Instituto Catalán Internacional por la Paz y coautora del estudio, denuncia, en unas declaraciones este miércoles en el diario online Público, que estas exportaciones "son ilegales si nos atenemos a la propia legislación española y europea sobre comercio de armas, debido a la situación de inestabilidad existente en la región".
Uno de los destinos de estas armas fue Arabia Saudí, país denunciado por Amnistía Internacional por "reprimir a quienes piden reformas políticas" y a "activistas y defensores de los derechos humanos", por restringir "con severidad la libertad de expresión, asociación y reunión" y por aplicar "condenas de flagelación".
Para el profesor de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Madrid, Eduardo Melero, "el Gobierno, a mi juicio, está promoviendo una clara política de fomento de las exportaciones a cualquier precio. Les da igual que se exporte a países que no respetan los derechos humanos, a países autoritarios, a países donde haya riesgo de desvío". El experto estima que "el Gobierno está interpretando la ley de una forma muy poco exigente, muy laxa, para favorecer las exportaciones. El truco está en decir que lo que venden no es armamento letal. Aparatos como gafas de versión nocturna y material de ese estilo, que aunque no matan directamente, sirven para matar mejor".
