Gutiérrez, a la pregunta del diario El Mundo de "si es verdad eso de que si Podemos gobierna prohibirá la Semana Santa", contestó: "En Podemos todo lo decidimos los ciudadanos y los ciudadanas. Si se llegara a plantear esa cuestión, serían ellos quienes lo decidirían".
Horas después se vio obligada a matizar en su perfil de Twitter que "la Semana Santa es patrimonio cultural de Sevilla y @PodemosSevilla no se cuestiona su celebración porque también somos Sevilla".
La ambigüedad de la primera respuesta llevó al alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, a asegurar en Twitter que "la Semana Santa es una celebración popular de cinco siglos de historia y no decide sobre ella ningún político".
También la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, entró en la discusión y pidió sentido común y respeto a una tradición que reúne cada mes de abril a más de un millón de personas, la mayoría turistas, en las históricas calles de Sevilla.
"Un gran logro de nuestra democracia es el respeto y otro es el sentido común. En la Semana Santa y en todo" escribió la presidenta andaluza.
Por su parte, el poderoso Consejo General de Hermandades y Cofradías sevillano tachó de "barbaridad" las declaraciones de Gutiérrez y se preguntó si también quiere prohibir la Feria, una fiesta tradicional que reúne cada año a miles de personas en Sevilla, o la cabalgata de Reyes.
Carlos Bourrelier, presidente del consejo, recordó que unas 100.000 personas participan en los cortejos penitenciales de la Semana Santa y que 300.000 sevillanos pertenecen a las hermandades que procesionan esos días, la mitad de la población de la ciudad.
Gutiérrez se quejó de que sus declaraciones fueron sacadas de contexto y lamentó la campaña de desprestigio que sufre su formación permanentemente.
"Los temas principales que preocupan a Podemos son la corrupción, los servicios sociales y el empleo, pero la Semana Santa no es algo que esté en el debate", dijo.