En general, se dice en el informe, la moneda "se mantuvo prácticamente estable" en 2018
Pekín siempre ha defendido que el tipo de cambio flexible estabiliza automáticamente el ajuste macroeconómico y la regulación de la balanza de pagos y que no devalúa su moneda. Es más: China siempre ha cumplido con los compromisos que ha ido contrayendo en las cumbres del G20 en materia económica.
Sin embargo, el precio del yuan ha disminuido como resultado de la oferta y de la demanda del mercado. La fricción comercial que ha provocado Estados Unidos a escala mundial ha exacerbado la inquietud del mercado y se tiene más miedo al riesgo. Durante las consultas comerciales y económicas entre China y Estados Unidos de 2019, Washington incumplió sus promesas y amenazó con aumentar los aranceles sobre los bienes procedentes de China.
El análisis del FMI que no le sigue el juego a Trump se publica apenas unos días después de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, anunciase que se había designado a China de manera oficial como manipulador de divisas en virtud de la legislación estadounidense. La decisión de Mnuchin siguió a la del Banco Popular de China de depreciar el tipo de cambio del yuan hasta superar la barrera de los siete yuanes por dólar. La primera vez en 11 años.
Tras la publicación del informe oficial del FMI, algunos expertos estadounidenses han afirmado que con él se confirma que China no manipula el tipo de cambio y que EEUU abusó de su posición de fuerza en el sistema financiero y comercial internacional.