El informe indica que "a pesar de que los emisores se han beneficiado de condiciones crediticias benignas y los bancos han fortalecido sus balances desde la última desaceleración, Europa no está lista para hacer frente a otra depresión".
"Si bien ha habido algunas mejoras desde 2008, Europa sigue siendo vulnerable en términos económicos, ya que las deudas han crecido, hay menos herramientas para fomentar la recuperación, los precios de los activos financieros son altos y los riesgos políticos y regulatorios están aumentando", dice Paolo Leschiutta, vicepresidente senior de Moody's.
El ejecutivo de la agencia resumió que "en general, la capacidad de maniobra para disminuir los efectos de otra recesión se está reduciendo".
Los niveles de deuda privada se han mantenido en un nivel históricamente alto en la última década, dejando a muchos emisores expuestos en caso de que las tasas de interés aumenten bruscamente y se mantengan altas. Los altos y aún crecientes niveles de deuda pública también dejarán a varios países europeos expuestos a la próxima recesión y al impacto de los costos asociados con el envejecimiento de la población, dice el comunicado.
Las medidas adoptadas por los Gobiernos y Bancos Centrales para salir de la última recesión han sido limitadas. Así, el estímulo monetario está mostrando rendimientos decrecientes y el crecimiento económico seguirá siendo lento.
En lo que respecta a los elevados precios de los activos, Moody's señala que para las empresas esto supone un aumento de los riesgos porque las compañías que pagan de más por las transacciones pueden tener más dificultades para reducir la deuda.
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Por último, el bajo crecimiento y los altos niveles de desempleo en algunos países alimentan la inseguridad económica, fomentando los movimientos que abiertamente se declaran contra el sistema actual. La popularidad de partidos alternativos podría aumentar aún más si surge otra crisis, advierte la agencia.