"El impacto de las sanciones de EEUU en los negocios ruso-japoneses es muy significativo", lamentó.
No obstante, esta cuota "bajará al cero cuando entren en vigor las nuevas sanciones el 23 de octubre", afirmó.
Según Murayama, las nuevas restricciones impactarán en el conjunto de la industria de Japón, incluida la producción de automóviles.
"Las sanciones dificultarán las transacciones en dólares e implican la posibilidad de sanciones secundarias por parte de EEUU contra las empresas niponas que suscriben contratos a pesar de las restricciones", indicó.
"Sí, Japón se sumó a las sanciones contra Rusia, pero las medidas restrictivas japonesas son más suaves y casi no influyen en los negocios entre los dos países", dijo.
Murayama recordó el encuentro del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder de EEUU, Donald Trump, que se celebró el pasado 16 de julio en Helsinki y expresó la esperanza de que "se reanude el diálogo entre EEUU y Rusia y se solucionen todos los problemas, incluidas las sanciones, que dificultan las relaciones bilaterales".
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