Alemania está trabajando activamente para cortar el financiamiento prestado a Turquía por el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, según comunicaron varias fuentes gubernamentales y bancarios a la agencia Bloomberg.
No obstante, ninguna institución financiera ha congelado oficialmente la financiación de los proyectos turcos sino han impuesto las limitaciones más estrictas para el otorgamiento de créditos. El examen exhaustivo que los bancos realizan con relación a las empresas turcas afecta principalmente a las compañías que están vinculadas con el Gobierno del país otomano.
Este verano el Banco Europeo de Inversiones suspendió sus proyectos realizados en Turquía. Esta organización es el acreedor más grande del mundo y está presidida por el político alemán Werner Hoyer. En 2017 el Banco Europeo de Inversiones disminuyó la financiación de los proyectos turcos hasta 507 millones de euros. Para comprar en 2016 las empresas turcas recibieron 2230 millones de euros.
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La agencia destaca que hasta la fecha Alemania ha sido el socio económico más grande de Turquía con el que el comercio bilateral del país otomano alcanzó 36 000 millones de dólares en el 2016.
Hoy en día el país otomano tiene el déficit en cuenta corriente que según la agencia es una de las más grandes entre las principales economías del mundo.
La cuenta corriente es el indicador de la balanza de pagos que abarca el comercio de bienes y servicios y rentas que se producen entre los residentes de un país y el resto del mundo. El déficit en cuenta corriente suele surgir cuanto el valor de bienes importado por un país supera el precio total de sus exportaciones al otro.
La deuda del sector privado de Turquía contabilizada en monedas extranjeras alcanzó 233500 millones en 2011. Con todo eso Alemania representó la fuente clave en este financiamiento.
Por si fuera poco recientemente las relaciones de Turquía con su aliado EEUU se vieron deterioradas tras el arresto de un trabajador del Consulado de EEUU en Estambul, sospechoso de mantener vínculos con el teólogo Fethullah Gulen.
Como respuesta a este arresto el consulado de EEUU en Turquía cesó la expedición de visados turísticos y de negocios.
El mercado de divisas reaccionó con una brusca caída de lira con relación al dólar. Esta depreciación de la moneda turca afecta la balanza de pagos del país otomano considerado importador neto.
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