La víspera, el presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió con Ben van Beurden, director ejecutivo de la petrolera Royal Dutch Shell, que en abril pasado anunció que financiará junto con las compañías europeas Engie, OMV, Uniper y Wintershall el 50% del coste del gasoducto Nord Stream 2.
"La salida al mercado (con este paquete) se prevé para los próximos meses", señala el periódico.
El nuevo gasoducto que conectará a Rusia y Alemania por el fondo del mar Báltico, constará de dos hilos para transportar un total de 55.000 millones de metros cúbicos de gas anuales.
La infraestructura fue concebida para diversificar las rutas del suministro del gas ruso a Europa y elevar la seguridad energética.
En particular, el Congreso sugiere prohibir a las compañías estadounidenses financiar a los bancos rusos por más de 14 días y a las empresas del sector energético por más de un mes.
La normativa destaca que EEUU mantiene su rechazo al gasoducto Nord Stream 2 ya que, según se afirma, daña la seguridad energética de la Unión Europea.
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Putin insistió en que el Nord Stream 2 es un proyecto totalmente comercial y no está dirigido contra nadie.
