Se explica que "la crisis política que se desencadenó en Brasil la semana pasada, probablemente, minará el programa de reformas del Gobierno e interrumpirá las futuras reformas, incluidas las garantías sociales".
"Probablemente, esto influirá negativamente en la confianza de los inversores y llevará al crecimiento de la volatilidad del mercado, amenazando a la dinámica macroeconómica que se observa desde el inicio de las reformas del presidente (Michel) Temer", señala el documento.
El Tribunal Supremo Federal aceptó el 18 de mayo la petición de la Procuraduría General de la República y autorizó investigar al presidente Temer después de que se divulgara la existencia de una grabación en la que el presidente daría luz verde a la entrega de sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha.
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Temer podría haber cometido un delito de obstrucción a la justicia al intentar que Cunha, preso en la cárcel por corrupción desde hace meses, se mantuviera callado y no aportara detalles que pudieran implicarle en el marco de la trama de la Operación Lava Jato.