En el caso de que el presidente estadounidense, Donald Trump, imponga aranceles punitivos al gigante asiático de hasta un 10%, las exportaciones de China a EEUU caerán en hasta un 25%, señala Ha Jiming, vicepresidente de Goldman en Hong Kong.
"Para evitar esta guerra comercial, China podría tomar medidas, como promover el turismo a EEUU o abrir sus negocios y finanzas al país norteamericano", explica Ha. "Eso ayudaría a los servicios de exportación de EEUU a China, lo que a su vez reduciría su déficit comercial".
Es probable que la Administración Trump imponga en un futuro próximo aranceles específicos a algunos productos nacionales que enfrentan una fuerte competencia de las importaciones chinas, como el acero, los electrodomésticos y algunas piezas del mercado automovilístico, según otro informe de Goldman Sachs.
El gigante asiático podría responder proporcionalmente. En lugar de aranceles, podría reasignar reservas desde los bonos del Tesoro de EEUU, o bien debilitar el yuan frente al dólar, o incluso facilitar acuerdos comerciales regionales, concluye el informe.