El 72,8% del total de esta cifra lo recibió Turquía de los turistas extranjeros y el 27,2% de los nacionales turcos que residen en el exterior.
Cada turista gastó un promedio de 705 dólares para su viaje.
El número de viajeros foráneos se redujo en un 24,6% en 2016.
Los ingresos del sector turístico que en 2015 alcanzaron 31.500 millones de dólares son importantes para reducir el déficit de la balanza de pagos de Turquía.
El año pasado el ámbito turístico experimentó una crisis por la amenaza terrorista y el empeoramiento de las relaciones con Rusia.
Los vuelos chárter entre Rusia y Turquía estuvieron nueve meses interrumpidos por el derribo de un bombardero ruso por la aviación turca en Siria, lo que conllevó una caída del sector turístico en el país.
En particular, en los primeros meses de 2016 el número de los turistas rusos en Turquía disminuyó en más del 90%.
Los primeros pasos hacia la normalización se dieron en junio pasado, cuando el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió perdón a Rusia por el derribo de la aeronave.