Las ventajas de realizar un proyecto de este tipo en una región afectada por la contaminación nuclear son bastantes, explica el portal ruso Lenta.ru. Uno de los aspectos más importantes es que esta clase de energía alternativa casi no necesita de la participación de los seres humanos, lo que permitiría hacer uso de una zona con altos niveles de radiación sin ningún tipo de riesgo para los empleados.
De ser realizado, el proyecto, además de usar parte de la infraestructura de la antigua central nuclear, producirá un volumen de energía igual al que generaba la misma instalación, lo que sería toda una victoria para los sistemas de energía alternativos.
"Ya tenemos líneas transmisoras de alto voltaje, las cuales eran usadas previamente por las centrales nucleares, el valor de la tierra es económico y mucha gente está entrenada para trabajar en plantas de energía", ha afirmado el Ministro de Ecología de Ucrania, según recoge The Independent.
Pero aunque Ucrania ya ha empezado a buscar inversores y espera instalar algunas baterías antes de finalizar el 2016, aún no queda claro que tan segura será la construcción del mismo para los trabajadores que estén allí por demasiado tiempo, opina el diario inglés.
No obstante, las dificultades económicas que experimenta el país, así como las constantes acusaciones de alta corrupción en Kiev, podrían poner en riesgo la realización del ambicioso proyecto.