"Debemos imaginar que la ciudad es una gran habitación donde todos fuman", ejemplificó para Sputnik el arquitecto español Luis Sartorius, autor de un proyecto para mejorar la ventilación de Santiago.
Los dos fenómenos que provocan la mala ventilación de Santiago son la "inversión térmica" y la "vaguada costera".
Cuando el aire puede moverse con normalidad, el polvo, humo y las partículas suspendidas circulan y la atmósfera se limpia de manera natural, pero cuando la inversión térmica deja inmóviles las capas inferiores la contaminación aérea, el esmog, queda estancado cerca del suelo.
La "vaguada costera" es un frente de baja presión que se presenta frente a la costa. Al desplazarse hacia el este obliga a descender masas de aire desde la ladera occidental de la cordillera de los Andes.
El Valle del Maipú, la zona central de Chile donde se encuentra Santiago, es uno de los lugares del mundo más afectados por la "vaguada costera".
"Chile tiene emisiones per cápita de MP2.5, de lo más bajo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Si comparas cuánto emite un santiaguino con cualquier otro país, es más bajo. Pero nuestra mala ventilación nos obliga a hacer un esfuerzo", dijo a Sputnik el subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente, Marcelo Mena.
Los sucesivos gobiernos han multiplicado las medidas para mejorar la situación.
"La industria se cambió de combustibles. Los vehículos antiguos y contaminantes se renovaron. La leña más sucia se limpió. La contaminación anual de MP2.5 de Santiago bajó en 70% desde 1989 a 2015. Pero nos queda mucho por delante", expresó Mena.
Para las autoridades, ha llegado el momento de buscar soluciones definitivas ya que la población es cada vez más consciente del problema.
"Hoy el 33% de los chilenos ven en los problemas de calidad de aire la más grande problemática país en medio ambiente. Y no se equivocan" sostuvo Mena.