Esta semana Estados Unidos criticaron a Rusia y China por sus respectivas políticas en Venezuela y en el Ártico de una manera muy particular, sin ofrecer prueba alguna de lo que denominaron como "agresividad china y violencia rusa".
Una gran parte de los medios internacionales lo presentaron como una nueva exhibición de fuerza.
"Vladimir Putin: Rusia continuará fortaleciendo sus fuerzas armadas", titula la edición en español de la CNN.
Rusia tiene una causa muy clara para fortalecer sus fuerzas armadas. Y es la manera de solucionar problemas en el escenario internacional adoptada desde hace tiempo por Estados Unidos. El último caso en este sentido ha sido Venezuela que se salvó la semana pasada de un golpe de Estado que Washington presentaba ya como un hecho consumado.
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La crisis de Venezuela ha sido esta semana el tema central de una conversación telefónica entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin. Varios medios internacionales, en particular estadounidenses, han notado que Washington de repente cambió el tono, o mejor dicho, suavizó el tono de sus conversaciones con Moscú sobre Venezuela.
Lo mismo hacen algunos medios europeos. "Rusia empieza a hablar de tú a tú con Estados Unidos", titula La Vanguardia su crónica dedicada al encuentro del ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, con su colega estadounidense, Mike Pompeo, en Rovaniemi (Finlandia).
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Como hemos dicho es muy probable que esa suavización del tono se deba al fracaso del intento del golpe de Estado la semana pasada en Caracas. Y parece que esta versión está muy cerca de la realidad. La CNN nos cuenta esta semana que los llamados "halcones" en la Administración del presidente Donald Trump que son partidarios de una intervención militar en Venezuela perdieron la semana pasada una importante batalla a las llamadas "palomas" que apoyan vía pacífica.
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El principal error de los "halcones" ha sido el de subestimar al presidente venezolano Nicolás Maduro y a su Gobierno.
"Las ambiciones árticas de Rusia y China calientan a EEUU", titula a una de sus crónicas de esta semana El Confidencial, dedicada a una reunión ministerial del Consejo Ártico —formado por Canadá, Dinamarca, EEUU, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia y Suecia que también se celebró en la ciudad finlandesa de Rovaniemi.
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Parece evidente que Estados Unidos está tan acostumbrado a imponer sus soluciones y sus intereses a otros países que les cuesta considerar una línea diferente. Los "halcones" no dan por perdido su plan de forzar un cambio del poder que fracasó la semana pasada. Sin embargo, respecto a la posibilidad de que EEUU lleve a cabo una intervención militar en Venezuela, el analista político Juan José Gutiérrez opina que esta idea representa un insulto para los habitantes de toda América Latina.
Imponer un gobierno con ayuda de fuerza militar es lo que deberíamos llamar agresión y violencia. Y no estamos hablando del Ártico donde en la realidad actualmente no existe ningún conflicto, sino están conviviendo intereses de varios países.
Pero el golpe fracasó…
Los "halcones" que lo estaban promoviendo se echaron para atrás y suavizaron su tono con Rusia en torno a Venezuela. Pero enseguida acusaron a Moscú de ser una amenaza de hasta en el Ártico.
La pregunta clave ahora es cuánto durará este cambio de retórica. Como nos hemos enterado, el presidente estadounidense Donald Trump ya ha evitado varias guerras que le proponían los "halcones" de su administración. A ver si las palomas saben aprovechar esta última derrota de los partidarios de una intervención militar en Venezuela para cambiar el rumbo.