El 10 de enero la organización NADO que aglutina a las oficinas antidopaje de 19 países instó a suspender a Rusia de los torneos internacionales.
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Anteriormente una comisión independiente encabezada por el canadiense Richard McLaren acusó a Rusia de supuestamente promover el dopaje institucionalizado en el que estarían involucrados el Ministerio de Deporte, la Rusada, el laboratorio antidopaje de Moscú y otros organismos.
Moscú rechazó todas las imputaciones y desde el Kremlin indicaron que el dopaje es un problema que existe en cualquier país y Rusia no es la excepción.
El presidente Vladímir Putin aseguró que el país tiene la intención de colaborar estrechamente con el COI y la Agencia Mundial Antidopaje para erradicar este mal.