"Naturalmente desde en principio mismo negamos cualquier vinculación del Gobierno o de las instituciones, servicios u órganos gubernamentales con un eventual dopaje de los deportistas", aseveró el funcionario.
"Existen sospechas de que el ciudadano que es tomado como fuente para hacer este tipo de acusaciones en contra nuestra estuviese vinculado a estos casos", indicó.
Al referirse a la publicación de The New York Times sobre la "conspiración" estatal en materia de dopaje, Peskov señaló que no la consideraba una fuente confiable y que era preciso revisar su veracidad.
"En primera instancia, hay que comprobar primero la veracidad de lo dicho; por ahora no podemos decir algo al respecto, porque se trata de una información de The New York Times y tenemos que comprender hasta qué punto se corresponde con la realidad, hasta qué punto las palabras citadas fueron dichas, qué era lo que se pretendía decir y en qué contexto", sentenció.
Según Peskov, "no nos inclinamos a tomar una información como esta como una fuente de primera mano".
El periódico The New York Times informó este 27 de diciembre que "Rusia admitió por primera vez que había funcionarios vinculados a una de las mayores conspiraciones en la historia del deporte" en referencia al uso de sustancias prohibidas.
Periodista español: "Se quiere alargar el tema del #dopaje para estigmatizar a #Rusia" https://t.co/2tLh4ei9AF pic.twitter.com/aPQGEJINOL
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 9 de diciembre de 2016
El periódico llegó a estas conclusiones en base a las afirmaciones de la jefa en funciones de la Agencia Rusa Antidopaje (Rusada), Ana Antselóvich, citando como sus palabras la frase de que "se trató de una conjura institucional".
El pasado 9 de diciembre, una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) que investigó el uso de sustancias prohibidas por atletas rusos durante los JJOO de Sochi 2014 y otros eventos internacionales, concluyó que más de 1.000 atletas estuvieron implicados en manipulaciones de pruebas de dopaje o se beneficiaron de las mismas.
La comisión, encabezada por el canadiense Richard McLaren, sostiene que se trata de una práctica de dopaje institucionalizado en la que estaban involucrados el Ministerio de Deporte, la agencia antidopaje rusa Rusada, el Centro de preparación deportiva y el laboratorio antidopaje de Moscú.