La RFS aprobó en abril de 2013 una serie de medidas de apoyo financiero a los entrenadores nacionales, entre ellas un impuesto de 5 millones de rublos (unos 75.000 dólares) a los equipos con técnicos extranjeros.
"En el Comité Ejecutivo (de la RFS) hemos decidido cancelar el impuesto por entrenadores extranjeros. A partir de ahora, los clubes son libres, sin ningún tipo de restricción, de invitar a especialistas foráneos", explicó Mutkó.
El ministro justificó en la previa su oposición a la norma: "Debemos ayudar a las ligas y clubes a ganar dinero, por eso me opongo a tasas adicionales".
Actualmente, casi la mitad de los entrenadores jefe de la primera división del fútbol ruso (Premier) son extranjeros, 7 de 16.
El presidente de la Premier, Sergey Pryadkin, celebró la abolición del impuesto y espera que pronto se levante también el similar que grava la contratación de futbolistas foráneos.