Después de que EEUU se retirara en 2002 del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM), Rusia tomó las medidas para preservar el equilibrio estratégico, pero sin gastar decenas de miles de millones de dólares en la creación de un escudo antimisiles a diferencia de EEUU, recordó el mandatario ruso.
La carrera de armamentos, a juicio del presidente ruso, "ya es un hecho consumado, lamentablemente", y "está mal, no promete nada bueno al mundo".
Sin embargo, Putin descartó que Rusia gaste sumas ingentes en el desarrollo de nuevas armas.
"No vamos a incurrir en gastos desorbitados", aseguró.
Actualmente, Rusia es el séptimo país que más gasta en defensa, detrás de EEUU, China, Arabia Saudí, el Reino Unido, Francia y Japón, según el presidente.
No obstante, el presidente ruso se mostró convencido de que "es un intento abocado al fracaso", y afirmó que los expertos ya se dan cuenta de ello.
Refiriéndose al tercer tratado de reducción de armas estratégicas, Nuevo START, suscrito por EEUU y Rusia en 2010, Putin puntualizó que "de hecho, es el último instrumento que frena la carrera de armamentos".
"Necesitamos ponernos a trabajar ya para prolongarlo. Hemos presentado las propuestas correspondientes, el Gobierno de EEUU las tiene sobre la mesa pero no ha respondido aún", dijo.
El presidente de Rusia reafirmó que la desaparición de ese acuerdo dejaría al mundo sin herramientas para limitar las armas estratégicas ofensivas.
"El mundo se volvería más peligroso y menos predecible que ahora", advirtió.