De acuerdo con el alto mando militar, hay ciertos obstáculos políticos que impiden la participación de los miembros de la alianza transatlántica en la competición.
No obstante, también hay riesgos que ellos intentan evitar. Los representantes de la OTAN podrían temer mostrar las deficiencias de su maquinaria bélica, lo cual podría afectar sus ventas.
"Aquí hay muchos riesgos. Si tu maquinaria resulta ser peor, al día siguiente se venderá peor", explicó Shoigú.
Según lo señalado por el alto funcionario, los Juegos Militares Internacionales "no solo contribuyen al perfeccionamiento de las habilidades de combate, sino también fomentan el fortalecimiento de la amistad y entendimiento entre los militares".
En 2019 se celebra la quinta edición de este evento con la participación de más de 200 equipos procedentes de 36 países. Los juegos militares crecieron hasta tal punto que los concursos se llevan a cabo sobre el territorio de 10 países. Este año América Latina es representada por Cuba y Venezuela.