Sun Tzu, general legendario de la antigua China, escribió en el siglo IV antes de Cristo que "la guerra es el camino del engaño". Según él, era más fácil vencer a un enemigo desorientado y confuso que a un adversario bien preparado y motivado.
"Esta regla sigue siendo vigente en nuestros tiempos", escribe Kots.
La Gran Guerra Patria
Durante la Gran Guerra Patria (1941-1945) la inteligencia soviética condujo una campaña de desinformación masiva contra la Alemania nazi aplicando distintos métodos —incluida la emisión de información a través de las ondas de radio del enemigo—.
Gracias a este 'juego de radio', la inteligencia soviética pudo arrestar a más de 400 agentes y soldados alemanes de grupos de operaciones especiales, además de lograr frustrar los planes de muchas unidades de la Wehrmacht —nombre que recibían las Fuerzas Armadas de la Alemania nazi—.
La operación Berezino, que comenzó en agosto de 1944, fue uno de los 'juegos de radio' más grandes realizados por la URSS durante la guerra. Para llevar a cabo esta operación, la inteligencia soviética utilizó al teniente coronel Heinrich Scherhorn que, según la leyenda, estaba dirigiendo una unidad alemana que supuestamente se escondía en los bosques de Bielorrusia, en la región del río Berezina.
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Todas las unidades que la Wehrmacht había enviado para ayudar a Heinrich Scherhorn y sus soldados fueron arrestadas y empezaron a trabajar para la inteligencia soviética.
La guerra de Vietnam
Los bombarderos estadounidenses F-105 Thunderchief comenzaron a bombardear Vietnam en marzo de 1965 y al comienzo de la guerra prácticamente no encontraron resistencia. Sin embargo, la situación cambió en 1966, cuando los primeros aviones soviéticos MiG-21 entraron en servicio de las Fuerzas Aéreas de Vietnam. Varios meses después, la aviación estadounidense sufrió las primeras pérdidas en combate aéreo.
En otoño de 1966, el coronel Robin Olds diseñó la operación Bolo, cuyo objetivo era involucrar a la aviación del Norte de Vietnam en combates que se llevarían a cabo en condiciones poco ventajosas para ellos. Para la misión empleó los cazas F-4 Phantom II, que tendrían que imitar a los bombarderos estadounidenses F-105 Thunderchief.
Los aviadores vietnamitas mordieron el anzuelo e hicieron despegar a sus aviones MiG-21. Gracias a este engaño, la aviación estadounidense logró derribar siete aparatos vietnamitas y dañar dos más.
El ataque de la OTAN a Yugoslavia
La operación militar lanzada por los países de la OTAN contra Yugoslavia en 1999 no pudo acabar con el Ejército de Serbia ni tampoco privarlo de su potencial militar.
A finales de 1999, EEUU reportó haber destruido 120 tanques, 220 vehículos de combate de infantería y 140 piezas de artillería serbias. No obstante, una comisión especial de EEUU enviada a Kosovo en el año 2000 recopiló unos datos que iban en la dirección contraria. Finalmente resultó que los bombarderos estadounidenses lograron eliminar tan solo 20 tanques, 18 vehículos de combate de infantería y 20 obuses autopropulsados y morteros.
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La mayor parte de los misiles guiados de clase aire-tierra fueron lanzados por los pilotos estadounidenses contra muñecos hinchables de equipos militares que los soldados serbios hacían colocado por todo el país. Este truco les permitió preservar la mayor parte de sus arsenales, una de las razones por las que los países de la OTAN no se atrevieron a conducir una operación terrestre en Kosovo.
Tsjinval
La historia conoce muchos casos en los que varios ejércitos lograron vencer a sus enemigos pese a que estos los superaban en número. Para salir victoriosos, tan solo necesitaron asustarlos. El 9 de agosto de 2008, cuatro tanques rusos T-72 entraron en Tsjinval —la capital de Osetia del Sur—, que en aquel momento estaba controlada por las tropas georgianas. El grupo de tanques tenía que rescatar a las fuerzas de paz rusas que se encontraban en esta ciudad.
Aunque los operadores de tanques lograron reunirse con los pacificadores rusos, el asedio contra la guarnición no se detuvo.
Fue entonces cuando los militares rusos decidieron que lo mejor era salir de la ciudad y reunirse con las tropas rusas emplazadas en las afueras. Para ello, el único tanque que logró llegar hasta la base rusa sin sufrir daños, el del sargento Mílnikov, se abalanzó a toda velocidad hacia la zona controlada por las tropas georgianas. La sorpresa y el desconcierto hicieron que las fuerzas del país caucásico se retiraran, momento en el que las unidades de paz rusas pudieron salir de la ciudad y evacuar a los heridos y fallecidos en los enfrentamientos.