"No siempre comprendo la lógica de nuestros socios: a veces uno se forma la impresión de que se necesita mantener la obediencia y arreglar la disciplina en su propio campo, el occidental, llamado atlántico, y para eso es necesario un enemigo externo", dijo Putin en una entrevista en la película de Oliver Stone Ukraine on Fire (Ucrania en llamas), que se estrena este 21 de noviembre.
Al comentar los acontecimientos en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia, el líder ruso indicó que las consecuencias de una eventual presencia de EEUU y la OTAN en la base naval de Sebastopol habrían podido ser muy graves.
"¿Por qué reaccionamos con tanta inquietud ante la ampliación de la OTAN? Nos preocupa la práctica de la toma de decisiones; yo sé cómo se toman las decisiones: cuando un país llega a ser miembro de la Alianza, para él es muy difícil oponerse a la presión de un país tan grande y líder de la OTAN como EEUU", explicó.
Tras la reincorporación de Crimea a Rusia y la crisis en el este de Ucrania, la OTAN suspendió toda cooperación civil y militar con Moscú aunque al mismo tiempo decidió preservar los canales del diálogo político, la comunicación militar, así como continuar al nivel de embajadores o inferior la labor del Consejo OTAN-Rusia, un foro de consultas bilaterales establecido en 2002.
Así, la OTAN decidió emplazar cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de su política de contención frente a Rusia.
Paralelamente, la Alianza sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.