Su hallazgo fue inesperado, explica Adam Rondinone, autor principal del estudio publicado en la revista ChemistrySelect.
"Lo descubrimos casi por casualidad. Estábamos tratando de estudiar el primer paso de una reacción cuando nos dimos cuenta de que el catalizador estaba haciendo toda la reacción por sí mismo", explicó Rondinone.
El equipo estaba empleando un catalizador hecho de carbono, cobre y nitrógeno y un voltaje aplicado para desencadenar una reacción química complicada que, esencialmente, invierte el proceso de combustión. Con la ayuda del catalizador, la solución del dióxido de carbono (CO2) disuelto en el agua se convirtió en etanol con un rendimiento del 63%. Este porcentaje es extremadamente alto.
Los investigadores creen que sus hallazgos podrían tener interés industrial. Por ejemplo, el proceso podría ser utilizado para almacenar el exceso de electricidad generada por fuentes de energía alternativas. "Un proceso como este permitiría guardar la electricidad sobrante como etanol", detalló Rondinone.