"Devastaremos económicamente Turquía si ellos atacan a los kurdos", escribió el mandatario estadounidense en su cuenta de Twitter el 14 de enero.
La respuesta turca no se hizo esperar. Ese mismo día, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, afirmó que "no se puede discutir estos temas a través de las redes sociales". Sin embargo, agregó que Ankara no tiene miedo a las amenazas.
"La cooperación con los terroristas no llevará a ninguna parte; mejor nos quedamos con hambre, sin comida ni agua, pero hacemos todo lo necesario; EEUU y todos los demás países deben mostrar suficiente respeto hacia Turquía", subrayó el canciller turco.