"No estamos considerando hacer eso; simplemente creemos que es bastante desafortunado para el pueblo germano que Alemania esté pagando miles de millones de dólares al año a Rusia por su energía", dijo el mandatario tras celebrar una reunión con el presidente polaco, Andrzej Duda.
Por su parte, el mandatario polaco esperaba que Estados Unidos impidiera la construcción del gasoducto.
Además, Duda afirmó haber comentado el beneficio que sacaría Washington si el gasoducto no llegara a construirse. Según el político, la presencia de combustible ruso en el mercado europeo reduce la demanda de gas licuado estadounidense.