Se sospecha que el ejecutivo intentó cargar en las cuentas de la compañía sus pérdidas en inversión personales por 1.850 millones de yenes, o unos 16,5 millones de dólares.
La víspera se especulaba que Ghosn, de 64 años, podría salir en libertad bajo fianza después de que el Tribunal del Distrito de Tokio rechazara extender una de las dos órdenes de arresto relacionadas con la ocultación de ingresos (una es por 4.200 millones de yenes y la otra, por 5.000 millones de yenes).
El ejecutivo fue imputado el 10 de diciembre por una violación de la Ley de Instrumentos Financieros.
También se presentó un cargo similar contra un ayudante próximo de Ghosn, el ex director representante Greg Kelly, de 62 años, quien habría ayudado al jefe a ocultar los ingresos.
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Tanto Ghosn como Kelly rechazan los cargos que se les imputan alegando que no estaban obligados a declarar esa suma los informes financieros.