Uno de los ataques, perpetrado el 19 de julio por la noche, fue dirigido contra un puesto de control en la provincia de Kunduz, en el norte del país, y se saldó con 12 agentes de la policía muertos.
El segundo ataque, lanzado por los talibanes también el 19 de julio por la noche, causó la muerte de cuatro policías y otros seis heridos.
Esta vez los terroristas intentaron tomar bajo su control el centro del distrito de Qarabagh, en la provincia sureña de Ghazni, pero, según el portavoz de la policía local, Farid Mashal, las fuerzas de seguridad repelieron la ofensiva.
El propio Talibán de momento no ha comentado la situación.
Según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán, solo en la primera mitad de este año en Afganistán fueron detectadas 5.122 víctimas civiles por la violencia en el país (incluidos 1.692 muertos), el 40% de las cuales se atribuyen a los talibanes.
Además: Primer ministro de Afganistán llama a los talibanes a negociar