"Corea del Norte muestra su voluntad de conseguir la plena desnuclearización y no impone condiciones que no serían aceptadas por EEUU, incluida, como había antes, la retirada de las tropas estadounidenses", dijo Moon.
Lo único en que insiste Pyongyang, señaló, es que EEUU ponga fin a la política hostil contra Corea del Norte y dé garantías de seguridad.
Formalmente, Corea del Norte y EEUU continúan en estado de guerra, dado que el conflicto de 1950-1953 en la península solo derivó en la firma de un armisticio.
Altos cargos de Seúl y Pyongyang ultiman en estos días los preparativos para el encuentro entre el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder del Norte, Kim Jong-un.
La cumbre intercoreana tendrá lugar el 27 de abril en la Casa de la Paz, un local que se encuentra en el lado surcoreano de la aldea fronteriza de Panmunjom, en la zona desmilitarizada.
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Después de la cumbre intercoreana —a principios de junio o antes, según la Casa Blanca— el dirigente de Corea del Norte se reunirá con el presidente de EEUU, Donald Trump, para abordar los asuntos de la desnuclearización de la península de Corea y la normalización de las relaciones.