"Claro que es lamentable, en cualquier caso, sufrir las consecuencias de un comportamiento criminal", dijo el juez en declaraciones a la Radio Caracol de Colombia, añadiendo que la situación en la que se encuentra no es consecuencia de la actuación de la Justicia, "sino del crimen que la persona cometió".
Lula está en la cárcel desde abril, cumpliendo una condena de 12 años y un mes de cárcel por delitos de corrupción y blanqueo de dinero, y se enfrenta a otros procesos que podrían añadirle años de condena en los próximos meses.
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El magistrado encargado de la Operación Lava Jato en primera instancia también explicó que la Justicia brasileña está dispuesta a compartir información sobre el caso Odebrecht con otros países, pero que antes necesita garantías.
"Estamos dispuestos a suministrar esas pruebas, pero como algunas de esas pruebas vinieron de acuerdos de colaboración necesitamos algunas medidas de protección a los colaboradores por parte de los países que pretenden las pruebas", aseveró.
"La corrupción no se acaba con magia; es importante que las instituciones sigan funcionando y que la ciudadanía se mantenga atenta a lo que hacen sus gobernantes", añadió.
La figura de Moro en Brasil es controvertida; para buena parte de la población es el juez implacable con la corrupción, pero muchos simpatizantes del expresidente Lula consideran que le condenó sin pruebas suficientes para evitar que estuviera en la contienda electoral.