La Justicia Federal de Río de Janeiro lo condenó a "30 años de prisión en régimen cerrado por los delitos de corrupción y blanqueo de dinero", según la decisión publicada por el juez Marcelo Bretas.
En este mismo proceso, Cabral fue condenado a 22 años y ocho meses de cárcel, siendo su sexta condena por el esquema corrupto creado durante su gestión (acumula penas que suman 120 años de prisión).
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Batista ya había sido detenido de forma preventiva en enero de 2017, pero en abril de ese año el Supremo Tribunal Federal le permitió cumplir prisión domiciliaria hasta que no hubiera una sentencia firme.
En 2012 tenía una fortuna valuada en 12.400 millones de dólares y, según la revista Forbes, era la tercera persona más rica de Brasil y la 75 del mundo.
Sin embargo, entre 2013 y 2014 perdió gran parte de su patrimonio hasta llegar a la bancarrota y, un año después, la policía empezó a investigarlo y para eso bloqueó todos sus bienes.
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