"Es una mera hipótesis [la tercera denuncia]; se habla de eso para intentar desvalorizar al Gobierno; no tiene la menor posibilidad de prosperar, yo diría que es más pifia [errada] incluso que las dos denuncias anteriores", aseguró el presidente en una entrevista con la Agência Brasil.
Temer está en el centro de un caso que investiga si recibió dinero a cambio de favorecer a empresas que operaban en el puerto de Santos (estado de Sao Paulo, sudeste).
Los dos casos anteriores fueron en 2017, cuando fue denunciado por corrupción, blanqueo de dinero y pertenencia a organización criminal, pero en ambas ocasiones una mayoría del Congreso Nacional decidió que la investigación no debía seguir adelante.
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Temer descartó que una tercera denuncia se tradujera en su salida definitiva del Gobierno, a pocos meses de las elecciones generales de octubre.
"Si resistimos hasta ahora imagínese si no podemos resistir cuatro, cinco o seis meses más", añadió.
El líder brasileño, que desde hace semanas sugiere que quiere presentarse a las elecciones como candidato a la presidencia, aseguró que su decisión aún no está tomada, pero que dependerá del número de candidatos que surjan finalmente en el espacio político de centro.
Temer es el presidente más impopular de la historia de la democracia brasileña; 70 por ciento de los brasileños considera su gestión "mala o pésima" y tan sólo tres por ciento de los electores estaría dispuesto a votarle si finalmente se presenta a los comicios, según datos del instituto de opinión Datafolha.
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