"Amnistía Internacional manifiesta públicamente su repudio a las declaraciones del comandante (…) son una grave afronta a la independencia de los poderes, al debido proceso legal, una amenaza al Estado Democrático de Derecho, y señalan un desvío del papel de las Fuerzas Armadas en Brasil", resaltó la entidad en un comunicado.
El 3 de abril por la noche, Villas Boas se preguntó a través de Twitter "quién está pensando en el bien del país y de las generaciones futuras y quién piensa únicamente en intereses personales" y aludió de forma indirecta a la decisión que el Tribunal Supremo Federal tomará sobre Lula.
"Aseguro a la nación que el Ejército brasileño comparte el ansia de todos los ciudadanos de bien de repudio a la impunidad y de respeto a la Constitución, a la paz social y a la democracia, y se mantiene atento a sus misiones institucionales", añadió.
Asseguro à Nação que o Exército Brasileiro julga compartilhar o anseio de todos os cidadãos de bem de repúdio à impunidade e de respeito à Constituição, à paz social e à Democracia, bem como se mantém atento às suas missões institucionais.
— General Villas Boas (@Gen_VillasBoas) April 3, 2018
Un militar en la reserva, Luiz Gonzaga Schroeder Lessa, también afirmó en una entrevista radiofónica que si el Supremo deja a Lula en libertad "sólo quedará el recurso de la reacción armada".
La organización recordó declaraciones de altos mandos del Ejército pidiendo garantías legales para que los crímenes y abusos cometidos en Río no fueran juzgados por tribunales civiles, o las palabras concretas del propio Villas Boas, cuando pidió tener certeza de que no surgiría en el futuro una nueva "comisión de la verdad" (en referencia a la comisión que investigó crímenes de la dictadura militar).
"Tal afirmación revela de nuevo la predisposición de las Fuerzas Armadas en alimentar el ciclo de la impunidad, ya que posibles graves violaciones de derechos humanos no serían juzgadas", critica Amnistía.
La organización subrayó que en el momento "crucial" que vive Brasil se posiciona contra el militarismo, contra el desvío de función de las Fuerzas Armadas y contrala impunidad en las graves violaciones cometidas por los agentes del Estado.
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Este 4 de abril el Tribunal Supremo Federal juzgará un recurso de habeas corpus preventivo (petición para evaluar la legalidad de un arresto) del expresidente Lula, que fue condenado a 12 años y un mes de prisión en segunda instancia por presuntos delitos de corrupción.
El 3 de abril decenas de ciudades acogieron manifestaciones promovidas por organizaciones de corte neoliberal para pedir que el líder izquierdista entre en la cárcel, y la expectación sobre el futuro del exmandatario es máxima.