"El Gobierno de Chile lamenta la violencia y deterioro de la situación humanitaria en Myanmar que afecta a la minoría étnica musulmana rohinyá y hace un llamado al Gobierno de ese país, y especialmente a las fuerzas militares y policiales, a tomar acciones dirigidas a detener la escalada de violencia", comunicó el Ejecutivo chileno a través de un comunicado publicado por la Cancillería.
"A la fecha se reportan más de 400.000 personas desplazadas, buscando refugio principalmente en Bangladesh, producto de la actual operación militar de seguridad en el estado de Rakáin", consignó el texto.
Asimismo, Chile solicitó que las autoridades birmanas dejen entrar a país a los miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"El Gobierno de Chile se suma a las peticiones internacionales para que el Gobierno de Myanmar permita el ingreso a su territorio de funcionarios de Naciones Unidas y garantice las condiciones necesarias para la investigación y verificación de las acusaciones sobre las graves violaciones de derechos humanos de la cual es objeto", finalizó.
Birmania hasta el momento se ha negado a conceder los visados de entrada de los miembros del equipo de la ONU.
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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, calificó la situación de "catastrófica".