"Sí, claramente", contestó Vegh a la prensa tras ser consultado si la entidad iba a responder con más controles ante los casos de corrupción como los destapados por la Operación Lava Jato en Brasil.
El economista uruguayo, quien dio su primera disertación desde que asumió el cargo en febrero, explicó que en Perú, por ejemplo, se afinaron los mecanismos de control donde también el Gobierno quiere asegurarse el buen destino de los recursos.
En ese sentido, Vegh estimó que los trámites pueden tener cierto retraso, pero aseguró que es un "costo" que el Banco Mundial está dispuesto a tomar por su compromiso con la transparencia.
"Así que eso va a demorar un poco (el proceso), porque creo que casi todos los Gobiernos van a querer chequear que lo que hay ahora esté limpio y transparente, pero creo que es un costo que vale la pena pagar (…), el Banco está completamente comprometido con que todo sea transparente y podamos dejar atrás toda este episodio bastante triste", enfatizó.
La Operación Lava Jato comenzó en 2014 como una investigación sobre desvíos en la empresa semiestatal Petrobras y con el tiempo dejó al descubierto un esquema de corrupción del que se beneficiaron exdirectivos de la compañía petrolera, empresarios y políticos de prácticamente todo el arco parlamentario.
La empresa admitió tiempo atrás que pagó un total de 29 millones de dólares en sobornos a funcionarios peruanos para adjudicarse obras públicas entre 2005 y 2014, período que abarca los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
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Vegh participó el 2 de agosto en Montevideo de la conferencia "América Latina y el Caribe: Desafíos macroeconómicos en el corto y mediano plazo" organizada por la fundación Astur.