"El Sistema de las Naciones Unidas en Colombia condena de forma vehemente la detención de su funcionario retenido desde el pasado 3 de mayo y exige una prueba de vida, así como contacto directo con los responsables", escribió la OEA en un comunicado.
El funcionario, identificado como Arley López, de nacionalidad colombiana, fue secuestrado en la zona rural del departamento del Guaviare (suroeste) por miembros del Frente Primero de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), grupo que se declaró en disidencia en 2016 al no estar de acuerdo con el proceso de paz que esa guerrilla firmó en noviembre pasado con el Gobierno.
López fue secuestrado cuando estaba en labores de campo del programa de sustitución de cultivos, el mismo día en que llegaron al país los embajadores de los 15 países miembros permanentes y no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU para evaluar la implementación de los acuerdos de paz con las FARC.
"De acuerdo con los principios de derechos humanos y la legislación nacional e internacional, la ONU continuará exigiendo la liberación inmediata e incondicional de su colega, así como el total respeto por su integridad personal", agregó la organización en su comunicado.
Asimismo, destacó que López es "padre, hijo y esposo" y que la prioridad de la ONU "continúa siendo su bienestar y el de su familia, así como su retorno seguro e inmediato al lado de sus seres queridos".
Dos días después del secuestro del funcionario se conoció un comunicado del Frente Primero según el cual sólo liberará a López cuando el Gobierno colombiano anuncie un plan de sustitución de cultivos ilícitos "serio".
Según información oficial, el Frente Primero de las FARC mantiene 115 hombres al mando de Néstor Gregorio Fernández, alias 'Iván Mordisco', y desde su conformación ha sido una de las estructuras más fuertes de esa guerrilla, tanto por su poder en armas como por su capacidad económica, la cual se sostiene mediante el narcotráfico.
