"Hay un compromiso para convertir en ley este proyecto la semana que viene", afirmó la ministra tras su encuentro con los senadores.
"La reforma de la Ley de Ejecución Penal será un cambio importante para limitar las salidas transitorias de los delincuentes más peligrosos", aseguró Bullrich.
La titular de la cartera de Seguridad defendió la iniciativa ante el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, el jefe del interbloque oficialista Cambiemos, Ángel Rozas, y ante el presidente de la comisión que discute el proyecto, Pedro Guastavino, de la coalición opositora Frente para la Victoria.
El proyecto prohíbe las salidas transitorias y los regímenes de semilibertad de los presos recluidos por homicidio, abuso sexual y secuestros extorsivos seguidos de la muerte de la víctima, entre varios otros delitos.
"Para los delitos violentos, va a ser obligatorio que no puedan participar en el programa de salidas transitorias y va a ser opcional para el juez si les da o no la libertad condicional", manifestó la funcionaria.
La exclusión de las salidas anticipadas también se aplicaría para delitos económicos, condenas por la ley antiterrorista y sentencias por contrabando; además, por tortura seguida de muerte, corrupción y fraude contra la administración pública, así como para el delito de asociación ilícita.
Según la PPN, el proyecto "elimina el régimen de progresividad de la ejecución penal para la mayor parte de los condenados y lo reduce a su mínima expresión para el resto".
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La actual normativa que pretende reformar el Gobierno ha sido reconocida por la Corte Suprema y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y respeta las "Reglas Mandela", como se conocen las normas mínimas establecidas por la Organización de las Naciones Unidas para el trato de las personas privadas de libertad.