"Este censo es importante para todos; es información que se va a cuidar sobre vivienda y población, es clave para las decisiones que se tomen día a día", afirmó en un discurso la presidenta del país sudamericano, Michelle Bachelet.
Más de 580.000 voluntarios encuestarán a los más de 17 millones de chilenos que habitan a lo largo del país, para así "fortalecer las políticas de inclusión, que han sido un eje de este Gobierno", precisó en rueda de prensa la portavoz del Palacio La Moneda, Paula Narváez.
La jefa de Estado, junto a una mayoría de ministros y otras autoridades iniciaron su labor como censistas, en un proceso que ha dispuesto 7.600 locales censales y 4.600 centros de organización en todo el territorio nacional.
Para garantizar el éxito de este censo "de emergencia", que consta de 21 preguntas en vez de las 42 que proponen los organismos internacionales, el Ejecutivo decretó este 19 de abril como feriado irrenunciable, y anunció multas para quienes se nieguen a responder la encuesta predefinida.
Narváez indicó que por primera vez, los cuestionarios fueron traducidos a idiomas como el inglés, francés, alemán, portugués y creole, para así integrar y facilitar la comunicación con inmigrantes residentes o de paso en la nación.
Asimismo, aseguró que la ficha también está disponible en mapudungún, lo que fue celebrado por una parte de la población mapuche.
Por otro lado, las autoridades de la región sureña de La Araucanía confirmaron que no se ejecutará el censo en la Comunidad Autónoma de Temucuicui, donde viven unas 120 familias mapuche.
El Gobierno de Bachelet implantó este censo para "subsanar" las falencias que dejó la medición realizada en 2012 en el mandato del expresidente Sebastián Piñera (2010-2014), considerado un "fracaso" a nivel estadístico.
Luego de una investigación en el Congreso, en la Fiscalía y un juicio en la Contraloría, se determinó que el "mejor censo de la historia", como lo denominó Piñera, omitió la información del 9,6% de la población nacional, que equivale a cerca de 1.700.000 habitantes.
El cuestionario, en tanto, no considera aspectos como nacionalidad, religión o credo, estado civil o discapacidad.
De acuerdo a lo estipulado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el costo total de esta iniciativa asciende a 40.000 millones de pesos (unos 61,6 millones de dólares).
Se espera que los resultados estén disponibles y sean informados a fines de este año, que es el último de Michelle Bachelet como presidenta.