"Esta liberación traerá inversiones en infraestructura y construirá un escenario muy diferente, mejor, las inversiones esperadas son alrededor de 16.000 millones de dólares", dijo el mandatario a un grupo de conductores de noticiarios de radio y TV, en declaraciones publicadas por la prensa financiera mexicana.
Luego de que los aumentos a principios de año originaron protestas, más de un centenar de saqueos de supermercados y unos 1.500 arrestos de inconformes y vándalos, el gobierno de México congeló los aumentos de precios del 4 de febrero a la fecha, llamados "gasolinazos", para aliviar "la incertidumbre sobre el entorno económico internacional".
"Tendremos un mecanismo de suavización que evitará fluctuaciones muy grandes de un día para otro", explicó el mandatario.
Sin embargo el presidente dijo que "no hay marcha atrás en la liberación del mercado de gasolinas".
A su turno, el secretario de Finanzas, José Antonio Meade, dijo en el mismo encuentro que "no habrá una banda de precios, porque no hay techo ni piso".
En los primeros días de enero de 2017, el precio de la gasolina llamada Magna (87 octanos) subió 14,2%, la Premium (92 octanos) 20,1% y 16,5% el diésel, con respecto al precio de diciembre de 2016.
Como consecuencia, la inflación se acercó al 5% en enero (4,72%), según cifras oficiales, rompiendo la meta gubernamental de 4% máximo, su peor nivel desde 2008, de acuerdo el Banco de México (Banxico, central).
Opinión: México demoró mucho el aumento del precio de la gasolina
México es el décimo productor mundial de crudo pero exporta casi la mitad del petróleo y debe importar un 60 por ciento de las gasolinas del consumo nacional, según datos oficiales.
